lunes, 25 de mayo de 2009

Observación y Atención: "Insight"

Por el término inglés “Insight”, podemos entender “caer en la cuenta”. El insight es el "darse cuenta" o tomar conciencia. Es conectar una vivencia, una conducta, un rasgo de personalidad o forma de ser, con su significado y/o su origen, lo que permite ampliar la conciencia y acceder a un mayor conocimiento de sí mismo. Literalmente su significado es: interior, parte de dentro, dentro de, y se pueden emplear como sinónimos las palabras: interioridades, intimidades, profundo o íntimo.
Este caer en la cuenta o darnos cuenta, es el primer paso para movilizarnos y hacernos protagonistas de nuestra vida.
Antes de este despertar estamos dormidos, actuamos de forma mecánica. Por otro lado, también es cierto que el darse cuenta de forma obsesiva podría dar lugar a una neurosis.
En la subjetividad, nuestras acciones, sentir y pensar están condicionadas por la identificación. Nuestro YO incondicional está ausente.
Así la objetividad, la entendemos como la des-identificación (romper el estado de identificación), ir separándonos, observar al otro y a nosotros. Se puede hacer a través de la atención, como capacidad de observación: observación externa, como la escucha activa e interna, a través de la meditación, caminar en silencio, la escritura, etc.
La observación se dirige a tres aspectos: intelectual, emocional y centro del movimiento o centro motor (este último se mueve por imitación; el emocional por el agrado o desagrado).
La finalidad de la Biogestalt, como ya recogí en la definición de la Terapia Biogestalt, es estar presente, darse cuenta, a nivel intelectual, emocional y corporal.

domingo, 17 de mayo de 2009

El amor en Internet

Los seres humanos han hecho uso de la palabra escrita durante miles de años para expresar su afecto y su amor. En poemas, cartas, notas escritas a toda prisa e incluso a través de anuncios en los periódicos, encontramos muchas maneras de expresar por escrito lo que no somos capaces de decir de viva voz.
También Internet tiene los ingredientes necesarios para estimular el desarrollo de relaciones sólidas y afectuosas.
En las interacciones cara a cara, es fácil formarnos una impresión de la otra persona con rapidez. Sin embargo, en la red, pueden darse altibajos debido al propio medio de expresión.
Muchas de las relaciones que se establecen en Internet comienzan como amistades, posteriormente se comparten intimidades, esperanzas, temores o fantasías, lo cual acerca a esas personas, haciendo que el afecto crezca en intensidad y profundidad. Las conversaciones se van ampliando y se produce una comprensión de los sentimientos de la otra persona, hasta llegar al establecimiento de un romance. En ese momento, lo natural es que haya una mayor necesidad de interacción real y que se propicie rápidamente un encuentro, aunque puede posponerse o no llegar a acontecer.
Es así como se desarrollan vínculos afectivos que están adquiriendo un lugar importante en nuestra cotidianidad. Ya no es extraño escuchar conversaciones en las que se hace referencia a romances mantenidos por Internet o tener amigos o familiares que mantienen relaciones computerizadas o que han encontrado a su pareja a través de este medio.

lunes, 11 de mayo de 2009

Psicología: Dinámica de grupos

Parece que fue Kurt Lewin quien utilizó por primera vez la expresión “dinámica de grupos” en 1939, siendo el pionero en el estudio de los grupos. En 1944 funda el primer centro de investigaciones sobre dinámica de grupos.
Kurt Lewin desarrolla la teoría de la dinámica de grupo, según la cual el grupo no es una simple colección de individuos. Toma la psicología de la Gestalt y la traslada a lo que es un grupo (el todo no es lo mismo que la suma de sus partes). Entre los individuos que forman el grupo se producen múltiples fenómenos: atracción, repulsión, tensión.
Dice que el grupo como totalidad es como un sistema cerrado que está constituido por una energía o fuerza. Las corrientes que se establecen entre los miembros del grupo, determinan un movimiento, así va a haber un tipo de fuerza q tiende al cambio (fuerza positiva) y otra que va a ser la que nunca quiera cambiar (o negativa). De esta manera se va a dar un equilibrio en el grupo.
Bion considera al grupo desde el punto de vista terapéutico. Distingue el grupo bien organizado y estructurado con vistas al desarrollo de funciones de cooperación, de los supuestos básicos inconscientes y espontáneos de carácter social de la personalidad humana.
Consideraba la psicología individual y de grupo como distintas maneras de enfocar un mismo fenómeno. También él se dio cuenta de la existencia de fuerzas contradictorias en el seno del grupo y las agrupó en dos tendencias: progresiva (de orden racional, cooperativa, tendente a la consecución de los objetivos) y regresiva (de orden irracional, inconsciente y dominada por las fantasías).
J.L. Moreno, creador del término "Psicoterapia de Grupo", mantiene una visión "totalista" de los grupos, con una especial consideración de la incidencia terapéutica de un paciente sobre otro.

El grupo como fenómeno social no es una invención del hombre puesto que posee unas claras raíces en la naturaleza. Sabemos de la tendencia innata al agrupamiento en el reino animal, bien por motivos de supervivencia o por situaciones de cooperación.

En terapia, cuando el paciente advierte que su problema no es único, pierde la necesidad de mantener el aislamiento y la reserva, facilitando la disminución de las resistencias. De este modo, el grupo se utiliza como medio de estimular la interacción y las posibilidades de desarrollo personal, así como el aprendizaje de los otros al tiempo que la sensibilización ante sus necesidades y sentimientos.

Por otra parte, facilita la resolución de problemas sociales que les ocasionan conflictos en el mundo exterior.


El grupo proporciona la empatía y el apoyo necesarios para crear una atmósfera de confianza que conduce a compartir y explorar dichos problemas.

Las ventajas de la terapia grupal son muchas, pero dejaré este desarrollo para otra entrada en el blog... así tendrán un nuevo motivo para regresar a él.

miércoles, 6 de mayo de 2009

¿Qué entendemos por autoestima?

He de decirles que antes de escribir sobre este tema, he dudado sobre la conveniencia de hacerlo. La razón es muy simple: se ha escrito demasiado sobre esta materia y bajo mi opinión muchas veces de forma poco acertada. Sin embargo, he tomado la decisión de arriesgarme y tratar de compartir con ustedes algunos conocimientos adquiridos a lo largo de mi trayectoria como persona y como profesional de la psicología y la terapia biogestalt.
Primero, he de decirles que me he llevado una gran sorpresa al darme cuenta que este término no aparece definido en el diccionario de la Lengua de la Real Academia Española (no al menos en el que yo tengo de dos tomos, vigésima primera edición, del año 1997 y no es porque le falte ninguna página). Sí está definida la estima como la consideración y aprecio que se hace de una persona o cosa por su calidad y circunstancias, pero ¿y qué hay de la consideración y aprecio hacia uno mismo?
Según Abraham H. Maslow, es imposible la salud psicológica a no ser que lo esencial de la persona sea fundamentalmente aceptado, amado y respetado por otros y por ella misma.
La función de los padres es despertar el afecto en su hijo, quererlo y aprender a quererlo. Darle la confianza básica que necesita para un buen desarrollo de la autoestima y afrontamiento de la vida.
Aunque se trata de una historia sin culpables, es evidente que los padres pueden alimentar la confianza y el amor, transmitiéndole al niño que creen en su capacidad, creando un ambiente en el cual se sienta seguro o colocar obstáculos en el camino del crecimiento de la autoestima, transmitiéndole que no es suficiente, humillándole, controlándole mediante la vergüenza o la culpa, sobreprotegiéndole, educándole sin normas o con normas contradictorias, confusas y opresivas, con violencia física, etc.

Nathaniel Branden define la autoestima como la experiencia de ser aptos para la vida y para sus requerimientos. Más concretamente como la confianza en nuestra capacidad de pensar y de afrontar los desafíos de la vida y la confianza en nuestro derecho a ser felices, el sentimiento de ser dignos, de merecer, de tener derecho a afirmar nuestras necesidades y a gozar de los frutos de nuestros esfuerzos.

Como adultos, aún teniendo nuestra autoestima dañada, podemos iniciar un proceso de sanación: en la medida que vamos conociéndonos, vamos aceptándonos tal como somos y de esta manera, se sustituye lo que "yo quiero ser" por lo que "yo soy".

Así, podemos definir la autoestima o autoreconocimiento, como la capacidad de percepción y aceptación de uno mismo.

Tratarse con cariño es indispensable, absolutamente necesario, tan necesario como comer y respirar, para poder estar vivo psíquicamente.

viernes, 1 de mayo de 2009

Biogestalt: Las emociones

Las emociones son estados afectivos de mayor o menor intensidad y de corta duración. En ellas no media la parte intelectual. Los sentimientos, en cambio, son estados afectivos de baja intensidad y larga duración. En ellos interviene un componente cognitivo, como por ejemplo, en el sentimiento de culpa.

La tristeza viene dada por la frustración. Posiblemente, de niños no podíamos expresar la tristeza, pero quizá tampoco había motivos para estar alegre. La frustración está en relación con la búsqueda de satisfacción, de bienestar. A lo largo de nuestro proceso de vida, vamos pasando por diferentes estados de emoción. Los estados emocionales básicos son tres: alegría, tristeza y rabia. La rabia es una emoción que se reprime de niño, muchas veces bajo amenazas como, por ejemplo, “como no te portes bien, se lo digo a tu padre”. No hemos aprendido la posibilidad de la expresión. ¿Qué emoción hay debajo de otra emoción? por ejemplo, es frecuente esconder el dolor bajo la rabia.

También en muchas ocasiones, no existe una sintonía entre la expresión corporal y la emoción, así por ejemplo, somos capaces de expresar algo doloroso sonriendo o decir que estamos tranquilos con tics muy evidentes. Si no encontramos nuestro propio dolor, ¿cómo nos vamos a amar? Soy un ser que siente dolor (no que sufre). El dolor da cabida al amor, a la comprensión. Por ejemplo, una separación, tome uno la decisión o no, de la pareja, de un amigo, por la muerte de un ser querido, etc., causa dolor porque da eco a otra separación y a otra, hasta llegar al corte del cordón umbilical (pérdida del paraíso). Ver esta secuencia de separaciones sirve para desdramatizar, al darnos cuenta de cuántas separaciones hemos tenido y cómo las hemos superado.

Dibujo de Iman Maleki




Acompaño esta entrada al blog con un vídeo musical de uno de mis autores preferidos: Rodrigo Leao