lunes, 27 de julio de 2009

La Gestalt: Las Polaridades

Concepción del individuo como una secuencia constante de polaridades (E. Y M. Polster). Este autor muestra que la terapia guestáltica reclama no sólo del paciente sino también del terapeuta una nueva forma de compromiso, cuyos rasgos esenciales son la espontaneidad, la creatividad y la fluidez.

La primera formulación de las polaridades tiene su origen en Friedlaender: “Todo evento se relaciona con un punto cero, a partir del cual se realiza una diferenciación en opuestos. Estos opuestos manifiestan una gran afinidad entre sí. Al permanecer atentos al centro, podemos adquirir una capacidad creativa para ver ambas partes de un suceso y complementar una mitad incompleta. Al evitar una visión unilateral logramos una comprensión mucho más profunda de la estructura y función del organismo”.

Esta cita de "Indiferencia creativa", expuesta por Perls en el primer capítulo de "Yo, hambre y agresión" sustenta la teoría gestáltica de las polaridades (en lugar de la dicotomía del pensamiento dual). Al establecer un puente entre los extremos o polos, la gestalt acentúa el valor de la diferenciación y la posibilidad de la síntesis.

Según Perls, los opuestos existen por diferenciación de algo no diferenciado (pre-diferente) y punto cero es aquel en que comienza la diferenciación.

Pensar en opuestos es la base del pensamiento diferencial y nos lleva a preguntar en términos de “cómo” más que en términos de “por qué” = pensamiento causal.

Al permanecer atentos al centro, podemos adquirir una capacidad creativa para ver ambas partes de un suceso y complementar una mitad incompleta.

Si no tomamos conciencia de esta dialéctica de los opuestos, nos estancamos. En términos de polaridades, los sentimientos negativos suelen coincidir con el opuesto que no logra emerger como figura y desequilibra la percepción de su otra polaridad.

Cuando se toma conciencia de las emociones negativas, éstas se transforman en energías cooperadoras, por ejemplo, la rabia se transforma en energía, el disgusto vía la codicia se transforma en discriminación; la ansiedad vía la excitación nos puede llevar a un interés sobre uno mismo; el miedo vía sospecha nos puede llevar a la experimentación y ampliación de órbitas de la propia vida; la vergüenza vía el exhibicionismo a la autoexpresión.

La filosofía básica de la terapia gestalt es la diferenciación e integración de la naturaleza. La diferenciación conduce por sí misma a polaridades. Como dualidades, éstas se pelearán fácilmente y se paralizarán mutuamente. Al integrar rasgos opuestos, completamos nuevamente a la persona. Por ejemplo, debilidad y bravuconería se integran en firmeza.

La toma de conciencia de los opuestos hace que la persona maneje sus propios recursos.

Imagen: Copa de Rubin


jueves, 9 de julio de 2009

La escucha eficaz

El aspecto más importante en el apoyo emocional es el trabajo de los sentimientos. Los sentimientos son el origen de la mayoría de los problemas, si bien nuestra sociedad anima a las personas a intelectualizarlos.
Aprender a escuchar es la base de la relación de apoyo. Todas las demás técnicas se fundamentan en la escucha. El proceso de escuchar normalmente no es efectivo porque no somos capaces de identificar los momentos en que la persona no espera de nosotros nada más que le comprendamos y, por otra parte, no somos capaces de escuchar el tiempo necesario y con la suficiente comprensión de los sentimientos que definen el problema.

"La escucha neutra significa escuchar y entender la comunicación desde el punto de vista del que habla".

A tener en cuenta en la escucha:
- El contacto visual: mira a la persona siempre. La mirada ha de ser de "estoy contigo, te escucho".
- La postura del cuerpo: que sea confortable y relajada, cerca de la otra persona pero manteniendo la distancia personal. Sin hacer gestos exagerados o distraerse.
- La expresión facial: muestra siempre empatía (capacidad para comprender las emociones y los sentimientos de los otros por un proceso de identificación) y comprensión.
- La expresión verbal: nunca interrumpas, nunca trates de cambiar de tema. Estás para escuchar, no para hablar. No hables de tus experiencias.
- Aprende a estar en silencio con la persona.

Por otra parte, a continuación expongo algunos ejemplos típicos de formas en que conversamos las personas y decimos al otro que sus sentimientos no son aceptables (escucha inefectiva):
- Ordenar o pedir: "Tienes que parar de...", "Tienes que probar...", "No tengas este sentimiento de..."
- Avisar, reñir: "Si no lo hubieses..."
- Amonestar, moralizar: "Tendrías que...", "No está bien que..."
- Persuadir, discutir, enseñar: "¿No te das cuenta...?, "La realidad es que..."
- Recomendar, dar respuestas: "¿Por qué no...?, "Lo que te aconsejo es..."
- Criticar, responsabilizar, discutir: "Esto no lo estás planteando bien..."
- Adular, aprobar: "Pero tienes un trabajo tan bueno...", "Estoy muy de acuerdo en..."
- Simpatizar: "No te preocupes...", "Te sentirás mejor..."
- Interpretar, diagnosticar: "Lo que tienes que hacer es...", "Tu problema es..."
- Cuestionar, preguntar: "¿Por qué...?, ¿Quién...?, ¿Qué...?
- Evitar, desviar: "Podemos hablar esto después...", "Esto me recuerda..."
- Bromear, ridiculizar: "Qué no lees los periódicos...?, "Mi tía tenía lo mismo..."

Cuando la persona recibe alguno de estos mensajes, hay riesgo de que adopte una actitud defensiva y empiece a justificarse, de manera que ya no ahondará en el problema real y el que escucha no conocerá sus sentimientos.

domingo, 5 de julio de 2009

Eneagrama: Eneatipo Cuatro

Como comenté en el anterior artículo sobre Eneagrama, según el sistema del Eneagrama existen nueve tipos de personalidad humana o nueve rasgos característicos.
En esta entrada voy a profundizar en el eneatipo Cuatro, cuya pasión o rasgo principal es la envidia y al que también se le podría denominar "El Especial": original, individualista, absorto en sí mismo y depresivo. El sufrimiento les hace ser muy creativ@s; necesitan rodearse de lo más artístico.
Las pasiones corresponden al daño, a lo que no hubo. Se forman hasta la edad de 5 años y es lo mejor que supimos hacer para compensar el dolor. Los Cuatro recuerdan haber sido abandonados en su infancia y, como resultado, sufren una sensación de carencia y de pérdida.
Las personas de eneatipo Cuatro son de las que más sufren; están enganchadas a su pasado, a una historia real de sufrimiento, a una carencia real fuerte. Realizan una búsqueda del "ser" por el camino del sufrimiento, algo así como:"cuanto más sufro, más soy".
Sensación interna de que se es mala, fea por dentro. Carácter muy depresivo. Sensación de no encontrar su sitio originalmente en la familia; fantasía de que no pertenece a esa familia y que vendrá su auténtica madre y le rescatará de ese lugar tan malo.
La idea es: “Si yo no valgo, entonces lo bueno está fuera”. Esta idea conduce a la envidia. Para envidiar algo existe un elemento que es la comparación. La envidia es un sentimiento de carencia, de no plenitud, de que le falta algo para ser y de que el exterior le completará.
Piensa que si sufre, le ayudarán, le protegerán; es su forma de llamar la atención. Trata de ser especial.
Se desesperan porque nunca se realizan a sí mismos ni realizan sus sueños.

Entre otras maneras, los Cuatro se pueden ayudar:
- Aceptando el hecho de que la pérdida ocurrida en la infancia fue real; que necesita ser llorada y luego, apartada de su mente.
- Reconociendo el egocentrismo que tiene lugar durante los intensos cambios de ánimo (acercándose a los demás y enfocando la atención en lo que es importante para los otros).
- Creando el hábito de finalizar los proyectos, sin sabotearlos o abandonarlos.
- Observando cómo se perpetúa la sensación de víctima, mediante el rechazo de lo que es fácil de conseguir.
- Observando dentro de sí una versión de las cualidades que son admirables en otras personas.
- Aceptando la tristeza en lugar de tratar de forzar la felicidad.
- Llevando la atención al presente. Observando cuando la atención divaga y cómo presta atención selectiva a los aspectos negativos de la situación presente.

También se pueden ayudar con las siguientes máximas:
- Me libero ahora de dirigir mi ira y agresividad contra mí mismo.
- Me libero ahora de todo rencor y desprecio contra mí mismo.
- Me libero ahora de todo sentimiento de desesperación y de que no tengo remedio.
- Me libero ahora de sentirme imperfecto y deficiente.
- Me libero ahora de sentirme avergonzado e imcomprendido por los demás.
- Me libero ahora del sentimiento de que la gente siempre me abandona.
- Me libero ahora de toda expectativa que no sea realista sobre mí y los demás.
- Me libero ahora de fantasías inútiles e ilusiones románticas.
- Me libero ahora de vivir en el pasado para prolongar mis sentimientos.

Bibliografía consultada:
Eneagrama. Talleres de Eneagrama realizados en el Instituto de Biogestalt de Tenerife.
"El Eneagrama" Helen Palmer. Ed La Liebre de Marzo.
"Cambia con el Eneagrama" Richard Riso. Ed. Mensajero.