martes, 28 de abril de 2009

La Vida y la Muerte y... la Vida

Como he comentado, una de las áreas de intervención de la psicología en la que me interesa seguir profundizando es en la preparación para morir y en la atención al duelo.

Hace ya casi 12 años tuve la gran suerte de asistir al Congreso Internacional celebrado en Maspalomas, "Vivir es Morir, Morir es Vivir", organizado por la Escuela para Aprender a Vivir, dirigida por Bonifacio Cabrera. En aquel momento, cuando me planteé ir, era mucho más inconsciente que ahora (es normal, tenía 12 años menos y muchos más pajaritos en la cabeza). A priori pensé que un congreso sobre la muerte tenía poco que ver conmigo, ¡yo que estaba tan viva, qué interés podía tener en este tema!, pero aún así decidí ir y es a partir de este momento, cuando se despierta en mí un verdadero interés por ahondar en esta parte de mi vida, la muerte, porque ahora sé que aprender a morir es estar despierto.

Sin duda alguna, fue la ponencia de Alba Payás, la que más me emocionó, de la que más aprendí: de su formación con Elizabeth Kübler Ross, entre otros y de su experiencia como acompañante de personas y familias que afrontan pérdidas, como ocurre en la enfermedad, la muerte y el duelo.

Según sus propias palabras, todos nos enfrentamos a pérdidas a lo largo de nuestra vida, así nuestra vida es un constante acontecer de duelos: la pérdida de un animal querido cuando niños, la separación de un amigo, un traslado de escuela; el duelo por no habernos sentido queridos, de sabernos imperfectos, de no tener lo que deseamos, la pérdida de un amor...todos los momentos en que nos hemos sentido abandonados o rechazados, los cambios del ciclo de la vida, la impermanencia de nuestro cuerpo, el no poder controlar lo que sucede a nuestro alrededor, contemplar el hambre en el mundo, la desolación y el abuso de poder. Todo este sufrimiento es el reflejo de pequeñas o grandes pérdidas.

La primera tarea del proceso de duelo es lograr la aceptación de la realidad de la pérdida, pero la primera reacción natural humana frente a esa pérdida es negarla como mecanismo de defensa para evitar el dolor. Esta negación nos permite regular el acceso a la consciencia de la cantidad de información que estamos dispuestos o preparados para aceptar en un momento determinado (Horowitz et al. 1984). Es un dosificador de la realidad que da tiempo, ya que el tiempo es esencial en el duelo.

Una vez la realidad de la pérdida ha sido aceptada, este paso implica la entrada a raudal de los sentimientos.

La elaboración emocional es la tarea más difícil del proceso de duelo. Las reacciones normales de dolor incluyen confusión, ira o enfado, tristeza, culpa y alivio. Estos sentimientos necesitan manifestarse para poder resolverse, pero la ausencia de un espacio de reconocimiento para la expresión de estos sentimientos socialmente inaceptables es uno de los escollos más importantes de la elaboración del dolor emocional. Así, el duelo patológico suele estar causado por la represión de estas respuestas emocionales.

Por lo aprendido a través de cursos, congresos y literatura y por mi propia experiencia en la atención a las personas, entiendo que el acompañamiento en este proceso, consiste en animar a la persona a expresar sus pensamientos y sentimientos reprimidos y es donde nuestra labor puede ser muy útil. Acompañar, ayudando a las personas a liberarse del dolor y, en muchos casos, también de la culpa.
Fotografía de Aida Esther Pérez Lorenzo

miércoles, 22 de abril de 2009

Trabajo Social: un poco de historia

Ayudar se transformó en una profesión, así desde finales del siglo XIX, no todas pero sí ciertas formas de ayuda, se transformaron en una profesión.

La ayuda a los necesitados es tan antigua como la humanidad, era la familia, la tribu o el clan quien la asumía en las sociedades primitivas, como una forma de apoyo mutuo. Después los hombres se movieron por impulsos humanitarios y religiosos socorriendo a quienes no pertenecían a su círculo inmediato. Mucho más adelante, con la aparición de las grandes religiones, se establecen normas morales y religiosas, en las que se encuentran las primeras y más rudimentarias formas de ayuday de asistencia a los necesitados.
Se fueron institucionalizando tres formas principales de ayuda: la ayuda pública, que era prestada a través de órdenes religiosas o a través de los hospitales; la ayuda mutua, prestada en Corporaciones entre los miembros de la misma y la limosna que era una acción de carácter individual, bien al propio necesitado o a instituciones como asilos, hospitales, etc.
La primera sitematización del modo de actuar para la ayuda a los necesitados, es el tratado del "Socorro de los pobres" del humanista español Juan Luis Vives (1492-1540), publicado en 1526, que puede considerarse como el primer libro de asistencia social o de trabajo social. Posteriormente, fueron la acción benéfico-asistencial y la filantropía las precursoras de la asistencia social, surgiendo nuevas instituciones de ayuda y las primeras legislaciones de tipo social para atender a los problemas de la pobreza. En la Edad Moderna, la organización de las obras de ayuda deja de ser privativa de la Iglesia, siendo en el siglo XIX cuando las intervenciones públicas adquieren una mayor importancia. La beneficencia y la filantropía van reemplazando a la caridad, aunque la acción social por motivaciones religiosas de inspiración cristiana sigue jugando un papel importante.
Por último hubo hechos y circunstancias que conducen a la necesidad de una nueva profesión: el surgimiento de la política social como nueva responsabilidad del estado. En los años veinte del siglo pasado comienza a aparecer en diferentes países lo que los ingleses llaman "gente pagada para que se preocupe de otra gente"...el trabajo social ha nacido.

Síntesis extraída de "Introducción al Trabajo Social" de Ezequiel Ander-Egg.

sábado, 18 de abril de 2009

Musicoterapia: El sonido para sanar

Las grandes tradiciones avalan la utilización del sonido como agente sanador. En la literatura védica, el sonido es el aspecto más importante de la curación, más que cualquier otra cosa. Así, Om es un mantra –instrumento de la mente– y hace referencia al sonido primordial que dio lugar al universo. Se pronuncia en todos los rituales y se espera de él un efecto benefactor.
Las personas somos capaces de distinguir entre aquellos sonidos que nos benefician y aquellos que nos perjudican y tenemos además la capacidad de adaptarnos para responder a ellos. Estas respuestas afectan a los estados físicos, emocionales, mentales y espirituales (en un sentido amplio).
Para comprender el efecto sobre la salud del sonido y de la música, primero hay que conocer sus características. La música está compuesta por silencios y sonidos, y éstos, por tonos (o notas musicales) y armónicos. Cuando se golpea un gong, por ejemplo, se produce un tono fundamental, con una determinada frecuencia vibratoria, que resuena por la superficie del instrumento y produce sus armónicos. La combinación de tono y armónicos da lugar al timbre, que es peculiar de cada instrumento y de cada voz. Por último, la sucesión de notas a una velocidad determinada produce armonía y ritmo musicales.
Las frecuencias vibratorias actúan sobre la mente y el cuerpo, por eso la música ha sido utilizada desde siempre como terapia para curar o prevenir enfermedades. Podemos estimular un gran número de vibraciones por simpatía (resonancia) en el interior de nuestro cuerpo y de nuestra mente aprendiendo a dirigir y controlar nuestra voz y utilizando ciertos instrumentos musicales, tono y clases de música. Poseemos la capacidad de hacer resonar toda vibración de sonido o responder a ella, ya sea positiva o negativa. Debemos mantenernos alerta a los sonidos de nuestro entorno y tratar de filtrar en nuestro campo sólo los sonidos beneficiosos.
Por ejemplo, resulta imposible no estremecerse ante el canto de la voz grave de los monjes tibetanos, cuyo objetivo es que cada frecuencia vibratoria actúe sobre un aspecto del ser humano. Los tonos fundamentales bajos lo hacen sobre el cuerpo físico, y los armónicos, sobre la mente.
Otro ejemplo lo tenemos mucho más cerca, en el Hospital Universitario de Canarias, donde la Asociación Prematuros sin Fronteras aplica las nanas con latidos del corazón introduciendo un pequeño altavoz dentro de las incubadoras, así como en sonido ambiental, para que puedan recibir sus beneficios aquellos bebés que están en cunas térmicas o convencionales. La terapia se aplica una media de tres veces al día durante 15 minutos en la Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales. Además tienen como objetivo a corto plazo incorporarlo también a la Unidad de Vigilancia Intensiva Neonatal, así como a la UVI pediátrica del citado centro hospitalario.
El sonido constituye un medio efectivo para alterar los campos e impulsos electromagnéticos de una persona o un medio, de forma que podemos utilizarlo como ayuda para el restablecimiento del equilibrio y así aliviar el dolor o acelerar la curación.
Ayuda en la concentración, la relajación, el aprendizaje, la creatividad y el aumento de la comprensión de los estados psíquicos.

jueves, 16 de abril de 2009

El trabajo social: un largo letargo

Dice Ana María Correa, en su tesina "El despertar de la bella durmiente" (http://www.biogestalt.org/biogestalt1.swf) que "El Trabajo Social como práctica profesional “se olvidó que un día tuvo los pies y las manos libres", por olvidarse, ya no recuerda como aconteció su nacimiento, se le durmió su buen hacer terapéutico.
Las Trabajadoras Sociales nos hemos colocado en la contención del Sistema de Servicios Sociales y de las personas a las que atendemos. Contenemos y cargamos, sintiéndonos derrotadas por la fragilidad de nuestra práctica profesional. Práctica que nos viene impuesta por un sistema que nos manipula y utiliza, pero que, sin embargo, nos necesita aunque no lo reconozca. Nos ata de pies y manos haciéndonos cómplices de la cronificación dependiente de nuestros usuarios".

Yo cada día me pregunto si el trabajo social despertará de su largo letargo, pero tengo muchas dudas de que ocurra. El trabajo social tiene su origen en filosofías e ideales humanitarios, de modo que se entiende que el trabajador social ha de fomentar el bienestar del ser humano y ha de prevenir y atender las dificultades y carencias de las personas, familias, grupos y medio social en que viven. Se supone que el trabajador social recoge las demandas de estas personas, hace un estudio de la situación y establece un plan de intervención para mejorar la situación de los usuarios.
Esta es la teoría, pero la práctica diaria dista mucho de ésta. El proceso del trabajo se ve influenciado por una insuficiencia de recursos y una excesiva burocracia que finalmente marca los resultados. En cuanto a los usuarios, es una realidad del Trabajo Social, el contacto directo con sujetos en situación de necesidad (personas que en ocasiones acudan de forma obligada, lo que generará en uno u otro momento algún comportamiento discrepante hacia el profesional), e indudablemente esto “quemará” al trabajador social. Lázaro, S. (2004) en "El desgaste profesional (síndrome de burnout) en los trabajadores sociales", establece un esquema que permite identificar los principales factores desencadenantes del síndrome de Burnout en la profesión de Trabajo Social. Agrupa dichos desencadenantes en cuatro grupos, los relativos a la organización, a la tarea, al propio profesional y los usuarios con los que se trabaja. Pero, ¿se ha interesado alguien de estudiar el grado de satisfacción o insatisfacción de los usuarios de los servicios sociales?, mucho me temo que no y mientras ellos no reclamen, nadie se ocupará de hacerlo.
Sí, Ana, contenemos y cargamos, cargamos con mucha frustración e impotencia, arrastradas por un sistema al que sólo le interesa aparentar que "hace", aparentar que se preocupa por sus ciudadanos con "Medidas contra la crisis" que se quedan en papel mojado. No, el trabajo social no sólo duerme, está hibernando.

jueves, 9 de abril de 2009

Eneagrama: Entrevista a Claudio Naranjo

Tras la breve introducción anterior al Eneagrama, quiero compartir aquí tres vídeos que componen una entrevista realizada a Claudio Naranjo, en la que además de hablar sobre el carácter, condensa las características principales de los nueve eneatipos:





Eneagrama: Breve introducción

El eneagrama, con una tradición de más de 4500 años, se comienza a conocer como protoanálisis (en la tradición sufí). También se le ha conocido con el nombre de Rasgo Principal. Se le atribuye a Gurdjieff la responsabilidad de acercar las enseñanzas del eneagrama a occidente.
Fue Claudio Naranjo quien reveló el protoanálisis de Ichazo, haciendo difusión del modelo que obtuvo de manera directa y personal de éste (algunos indicios hablan de que Ichazo fue miembro de una escuela Sufí, recibiendo influencias de la escuela de Gurdjieff a través de algunos discípulos suyos).
En el prólogo del libro "Carácter y Neurosis",una visión integradora, Claudio Naranjo cuenta como después de volverse en su camino de búsqueda, hacia el sufismo y de formar parte de un grupo bajo la guía de Idriesh Shah, fue invitado por un grupo de compatriotas chilenos a conocer a un maestro espiritual -Oscar Ichazo- que había bebido de las fuentes de aquel "Cristianismo esotérico" que Gurdjieff llamaba "El cuarto camino".
Claudio Naranjo comenzó con la descripción de los tipos de carácter y subtipos correspondientes, con una visión integrativa de la personalidad.
Según la tradición, estas enseñanzas siempre se imparten en presencia directa y en una relación maestro-discípulo donde la entrega y confianza juegan un papel muy importante.
Fueron discípulos de Claudio Naranjo en Berkeley-California: Helen Palmer, Kathleen Speeth, Bob Ochs. Quienes a su vez entrenaron a otras personas.

El trabajo inspira a mirar para adentro y a tomar responsabilidad. Alienta a que cada uno pueda hacer su propio autodiagnóstico.
Dentro de nosotros tenemos los nueve eneatipos y por otro lado uno de ellos predomina. Y dentro de esos nueve cada uno a su vez incluye tres subtipos.
Los verdaderos maestros como Gurdjieff, Ichazo o Naranjo lo incluyen dentro de sus enseñanzas como parte de una totalidad que funciona dinamicamente, "el todo es más que la suma de sus partes".
El eneagrama se aprende dentro de un contexto, en grupo, con alguién que "sabe" sobre el tema y su estudio es un camino de extraordinaria riqueza.
Cuanto mayor es el autoconocimiento, mejores son las posibilidades de un cambio consciente.
El propósito de el trabajo terapéutico es "buscar la verdad". El eneagrama es una sutil y poderosa herramienta para lograr este propósito.
Según el sistema del eneagrama existen nueve tipos de personalidad humana o nueve rasgos característicos. Lo que se intenta no es salir de nuestro rasgo principal sino observarlo para combatir la automatización de nuestras vidas.

martes, 7 de abril de 2009

Práctica en musicoterapia

Como ya he comentado anteriormente, una de las áreas de estudio de la psicología que despierta mi interés actualmente, es la musicoterapia. Por este motivo he estado buscando en la red vídeos que puedan ilustrar de forma práctica este tipo de terapia. Por supuesto que en www.youtube.com se puede encontrar mucho material al respecto, pero los siguientes vídeos me parecen muy ilustrativos, ya que reflejan cómo diferentes disciplinas pueden aplicarse a la musicoterapia en diferentes prácticas. Son una síntesis de las I y II Jornadas de musicoterapia celebradas por el Instituto Superior de Estudios Psicológicos (ISEP) en Barcelona, en 2007 y en Madrid, en 2008.



domingo, 5 de abril de 2009

Musicoterapia: Noticias

Jordi A. Jauset publica un estudio sobre los efectos beneficiosos de la música. Universitat Oberta de Catalunya.
La musicoterapia, entendida como el empleo de la música con fines terapéuticos. En este apartado, Jordi Jauset no se muestra partidario de determinar un "recetario" de música adecuada, sino que se inclina más para determinar, según cada persona, el tipo de música que le puede ser más beneficioso. Hace especial hincapié en que la música no cura las dolencias, como el cáncer, pero puede paliar sus efectos sobre el estado de ánimo. Asegura que las distintas melodías pueden mejorar la salud de las personas y en su libro "Música y Neurociencia:la musicoterapia. Su fundamentos, efectos y aplicaciones terapéuticas", explica por qué la música tiene un efecto beneficioso sobre la mente, el cuerpo y el alma. Además Aporta citas y opiniones de expertos, de reconocidos profesionales de los ámbitos de la salud, neurociencia y musicoterapia, así como sus propias reflexiones y comentarios basados en su experiencia personal como investigador y músico.

jueves, 2 de abril de 2009

Aún queda algo de esperanza: IRAK

El conjunto de la ciudadanía, las personas normales, con sentido común, preocupados por las cuestiones del día a día, estaremos satisfechos el día en el que se siente en un banquillo a los responsables de esta invasión ilegal: Cientos de miles de víctimas, (no hay cifras exactas sobre cuántas personas han muerto -191 en España).
Un país absolutamente devastado cuya situación humanitaria es dramática. Dos de cada tres iraquíes no tienen acceso a agua potable y un tercio de la población (ocho millones de personas) necesitan ayuda de emergencia para sobrevivir. La mitad de la población activa está desempleada y más del 40% vive con menos de un dólar al día, es decir, en el umbral de la extrema pobreza. Los sistemas de salud y educación han colapsado. Pero quizá el dato más espectacular es el de la población que ha tenido que huir de su hogar: 2,2 millones de personas huyeron a países vecinos y se han convertido en refugiados, y más de dos millones han sido desplazados dentro del país. Todos ellos viven en condiciones penosas. La invasión de Irak, y en general la llamada guerra global contra el terrorismo, ha sido un rotundo error y un fracaso. Esta guerra fue ilegal, se lanzó basándose en mentiras.